Me acerqué a media tarde del pasado viernes hasta la casa de Luis Emilio Ferreiro, el hijo del ilustre escritor gallego Celso Emilio Ferreiro.
Su casa se encuentra a las afueras del gran núcleo urbano de la ciudad pero con disponibilidad de todo aquello que hace falta. A escasos metros de un enorme parque y espacio natural y a diez minutos de la playa y del monte. Subo hasta el cuarto piso donde un olor a pino me invade las fosas nasales –alguien acababa de limpiar las escaleras-.
Me abre Luis, un hombre de a pie, amable y risueño que me invitó a entrar en su casa después de saludarnos. Ya dentro atravieso un hall lleno de libros y documentos y de una de las habitaciones sale una entrañable señora, su mujer, que me saluda y me da la bienvenida.
Me indican que me dirija al salón, la última estancia de un largo pasillo un poco oscuro iluminado por la luz proveniente del fondo, de las que parecen grandes ventanas de la sala de estar.
Su mujer me ofrece un café, un refresco o cualquier otra cosa para tomar pero aún no es ni media tarde por lo que declino la invitación entonces ella se va de la sala de estar.
Comenzamos a hablar Luis y yo y lo primero que le pregunto es el motivo por el cual él no ha seguido los pasos de su padre –sabiendo de buena tinta que a Luis se le daba muy bien la literatura-. Luis nos contesta de forma clara y nos dice que su vocación no era esa, que una cosa es lo que a uno se le da bien y otra muy distinta es la profesión que uno adquiere. El quería dedicarse a las matemáticas y así lo hizo. Su vida ya era el arte, la literatura, la cultura, eran conceptos que vivía en su día a día, eran y son parte de sus ser por lo que no despertaba su interés dedicarse a eso profesionalmente.
Nos cuenta que de su padre heredó todas sus inquietudes políticas, y no solo por el hecho de que este se las haya inculcado, que ya se sabe que uno crece con lo que bebe, sino porque ya siendo Luis mayor y teniendo conciencia propia se dio cuenta que lo que le contaban era real y que el camino que habían empezado por el sería el que seguiría en su futuro.
Hablamos de la Fundación Celso Emilio Ferreiro de la cual Luis es director. Una fundación que nació con el objetivo de llevar la literatura de Celso Emilio a todas partes y sobre todo nació con el objetivo de crear un organismo que aunara toda la obra, información y noticias sobre Celso Emilio para poder internacionalizar su figura. Buscan promover actos y dar a conocer más la figura del ilustre escritor, pero nos cuenta Luis que es la gente quien los busca a ellos. Colegios, profesores, ponentes y diversidad de personas se ponen en contacto con esta Fundación para solicitar material e información. Nos dice Luis que trabajan bastante, sobre todo profesores que buscan información para clases universitarias. Además han traducido las obras de Celso Emilio en variedad de idiomas pasando por el inglés hasta el ruso.
Le pregunto cómo se financia la fundación y me dice que es el y su familia los que encargan de hacer este proyecto realidad. No aceptan subvenciones de la Xunta para no estar limitados a la hora de hacer actividades ni suponen una complicación las partidas presupuestaras. Luis nos dice que les compensa mas tener el control total de la asociación ya que tampoco genera grandes gastos y entre el –como director de la fundación- y el resto de su familia que forman todos partes de la dirección y del patronato es mas que suficiente para mantenerla en activo.
Además, la Xunta si que colabora con esta cuando se le ofrecen proyectos o planes que pueden ser de interés para la difusión de la cultura gallega por lo que trabajan en común.
Mientras me comenta cosas que se han hecho en la Fundación nos comenta que hay músicos que se ponen en
contacto con ellos para poder musicar poemas de Celso Emilio y que por lo visto es una práctica bastante común. Lo que parecía algo moderno, de hace poco, resulta que se lleva haciendo desde los años 30.
Luis se levanta y me deja sola en el salón, aprovecho para ver los cuadros de las paredes compuestos principalmente entre dibujos y cuadros. Solo reconozco dos de las varias fotografías que hay, y son dos viejos retratos del escritor, más tarde luís me explicaría que el resto de las personas de las fotos son los sus abuelos maternos y que los dibujos son principalmente regalos que le hicieron a su padre.
Aparece Luis cargado hasta arriba con una pila de antiguos vinilios, habrá como unos 30 y me dice que eso son autores que han hecho versiones de los poemas de su padre solo hasta los años 80. Uno no es consciente de la repercusión musical que tuvieron los poemas de Celso Emilio. Su hijo nos dice que le gustaba mucho la música y que eso era principalmente lo que hizo de sus poemas una letra y un ritmo especiales que se tocaban prácticamente solos. Me llama la atención una edición concreta en la que tanto Miró como Picaso hicieron dibujos para la carátula del vinilo. Suso Vaamonde es uno de los principales compositores que lo versiona en multitud de poemas entre otros, y destacan los raperos gallegos Dios Que Te Crew quienes también han hecho su propia versión.
Esta forma de transformar lo que hoy es el pasado es una muestra de la valía del contenido de las letras de Celso Emilio, letras atemporales que representan los problemas reales del ser humano y no los problemas de un determinado momento, letras que ayer denunciaban por lo que hoy también protestamos, letras de sentimientos que aún se sienten y letras de realidades que nunca pasan de moda.
Aparece la mujer de Luis y nos dice que va y a las quince minutos llega su nieto, un preadolescente de pelo rizo y muy educado que me saluda a mí y a su abuelo para irse directo a hacer los deberes a su cuarto.
Luis nos cuenta la relación que tienen los niños con la literatura y para ello nos cuenta “su método”. Cada vez que las escuelas se ponen en contacto con la fundación para que vayan a dar una charla sobre el autor Luis ha decidido que sean los propios niños los que dirijan el guion de la charla. Se basa en la formulación de preguntas. Es consciente de que a un niño no le interesa que le sueltes la charla por lo que dejan que ellos pregunten aquello que les interesa de verdad, de esta forma se están resolviendo sus dudas lo que ayuda a crear inquietud e interés en el autor, ya que como nos dice Luis, los niños muestran sus vidas a través de las preguntas que hacen como por ejemplo si su padre lo castigaba.
Está demostrado que para un niño es más impactante saber cómo Celso Emilio castigaba a su hijo que saber todos los libros que escribió. Dice que este método funciona, que los niños se implican y que no dejan de preguntar. Recordemos que los niños no filtran sus preguntas por lo que las charlas sobre Celso Emilio pueden acabar en temas insospechados.
Para finalizar le pregunto si hay algún detalle que le gustaría destacar o algo que se haya quedado atrás y se esté olvidando de su padre pero nos dice que no hay nada de Celso Emilio que no se sepa ya. Pero destaca por ejemplo aquellos momentos en los que se pensaba que Celso era de la Falange ya que uno de sus hermanos si lo era y como sólo se atendía al apellido Ferreiro pues durante mucho tiempo se dudó sobre las inclinaciones políticas del escritor, además de que la Falange reclama a Celso Emilio como algo de ellos, cosa que no ayudó a esclarecer el tema. Por suerte, se aclaró la situación y Celso Emilio ha vuelto a disfrutar de la fama que le precedía.
Cuando acabamos la entrevista me hace un tour por su casa, me enseña los cuadros, las fotos, los dibujos. Me regala un vinilo, una reedición del publicado en el exilio: Galicia Canta. También una reedición de la revista Adiante del año 33 y una libro titulado “Onde o mundo se chama Celso Emilio”.
Me dispongo a irme, no sin antes hacerme un pequeño tour por el paseo de la fama de Celso Emilio. La casa de Luis es como un museo a su padre. Allí podemos encontrar desde dibujos que le han regalado como decíamos líneas arriba, hasta documentos que no existen fuera de ahí, como el certificado de Hijo de Predilecto de la provincia de Ourense.
Así pues Celso Emilio sigue vivo en la memoria que tanto han luchado sus familiares por recuperar y por expandir, Celso Emilio es parte de la historia, de nuestra cultura y nuestra forma de pensar.
Celso Emilio é Terra.
Página de la fundación: Fundación Celso Emilio Ferreiro