La semana pasada miles de jubilados salieron a las calles para reivindicar su derecho a una pensión digna.Es triste que estas sean las personas que hace cuarenta años salían alas calles para defender la democracia, para defender nuestros actuales derechos, y si, es triste porque ellos lo han echo por nosotros, por sus hijos, sus nietos, sus sobrinos o vecinos.¿Y qué les damos nosotros? Nada. Respondemos con nada o con la defensa de aquello que nos interesa solo a nosotros.
Esta gente ha luchado por un trabajo digno, trabajo que han conseguido y que llevan toda una vida sacando a España del pozo que fue la dictadura. Su protesta no es aislada, pero si que es independiente. Ellos se merecen esas pensiones que solicitan y no que un gobierno fatuo le suba un irrisorio 0,25.
Su lucha a dia de hoy encabeza una larga cola de protestas que las calles amontonan sobre si. Primero fueron las protestas como consecuencia de la reciente crisis de 2008, protestas que después de 4 años culminaron en mayo de 2011 con una gran manifestación.
En ese tiempo fueron diferentes las "Mareas" sociales que empezaron a protestar por todo lo que se estaba cargando el Estado. Las protestas contra la privatización de la sanidad dieron la vuelta al mundo, el lema "Escuela pública de todos para todos" se hizo viral y no había centro educativo público que no portara esas camisetas verdes. En 2012 se convoco la Huelga General que no dejó indiferente a nadie, pero le faltó contundencia, le faltaron días a esa huelga para que fuera mas fructífera.
Aparece entonces la PAH con sus manos en alto para detener antidisturbios que ansían desalojar a pobres familias sin recursos, por suerte estos momentos nos dejan imágenes bonitas como los bomberos de A Coruña, que se negaron a realizar desahucios ya que no les competía, (Bomberos a los que se unieron todo el gremio a posteriori).
Después llegaron los escándalos de las preferentes a Galicia, miles de personas se quedan sin sus ahorros y el Estado poco hace para protegerles.
Y mas recientemente el año pasado fue el año de las protestas feministas, el año en el que por fin la voz de la mujer es escuchada y tenida en cuenta. El año morado en el que Podemos perdió fuelle, en el que gran parte del gobierno se sentó en el banquillo de los juzgados, el año en el que violar mujeres estuvo de moda, el año que salimos, gritamos y conseguimos ser visibibles.
Pero eso fue el año pasado, y es triste que este año hayan tenido que salir nuestros abuelos y padres a protestar por su futuro cuando ya se han preocupado por el en su momento. Es triste que no tengamos la capacidad de retener aquellos derechos que tenemos por sacrificio de otros. Es triste nacer luchando en una dictadura y morir protestando en una democracia. ¿Acaso no avanzamos como sociedad?
Ademas a estas protestas a favor de unas pensiones mas dignas, hay que añadir el dato de Irma, la nonagenaria italiana que viajó a Kenia con 93 años para ayudar a los mas desfavorecidos.
Estas dos noticias demuestran quien tiene realmente la intención de cambiar las cosas, quien cree que su paso por el mundo es para mejorarlo y no para simplemente vivir. Mucho es lo que debemos aprender de nuestros mayores, tanto es, que en lugar de relegarlos como entes sociales que se limitan a excursiones del Imserso deberían ser nuestros referentes mas próximos y como mínimo, proteger aquello por lo que ellos han luchado para que puedan disfrutarlo.