A raíz del éxito obtenido en el evento “Arte no monte” realizado en Coruxo el pasado 20 de enero, con una asistencia masiva de 100 personas y despertando el interés de los presentes, hemos buscado a su ideólogo Diego del Río Comesaña (un joven pintor multifacético, sensibilizado con la naturaleza) y nos hemos entrevistado con él para conocer todos los detalles y pormenores del proyecto.
Hola Diego, gran evento. ¿Cómo surgió la idea?
Fue impulsada por el trabajo final de la asignatura de Xestión del 4º año cuya finalidad es crear un evento artístico real.
Cuando comencé con el evento recibí ayuda de Juan Coruxo (que es un escultor ya reconocido), del Centro Recreativo Artístico Cultural de Coruxo (CRACC), de la Comunidad de Montes de Coruxo y su local social. Con ayuda de toda esta gente, conseguí realizar un evento con mucha presencia y muy bien ejecutado.
Y... ¿fue muy complicado llevarlo cabo?
Bueno, tuvimos una ayuda económica del Concello de Vigo (600 euros) lo que nos vino muy bien. A parte de eso, de Juan, del CRAC de Coruxo y de la Comunidad de Montes, también colaboraron todos los vecinos de allí y la verdad que fue fácil.
¿Cuántos eventos de este tipo llevas organizados?
De momento es la primera edición (un evento por edición), pero se está pensando en seguir. De hecho, la exposición ahora mismo está en Centro Veciñal e Cultural de Valladares porque se está intentando hacer una exposición itinerante en varios lugares por donde el incendio dañara la zona.
Cuéntanos cómo elaborasteis las obras in situ durante el evento.
El evento era de pintura y escultura rápida y hay una gran diferencia de ejecución entre pintura y escultura a la hora de su elaboración.
Los eventos de pintura rápida (existen muchos por toda España) consisten en coger tu caballete te colocas en el sitio que te apetezca pintar y en un margen de tiempo (échale, por ejemplo, seis horas aproximadamente) pintas la zona seleccionada, aunque también puedas ser un poco más libre e improvisar, tienes que ceñirte a lo que ves. Por lo tanto, nuestros pintores se colocaron en la cima del monte, el que usaron como referencia visual y realizaron sus cuadros.
En cambio, los escultores lo que hicieron fue situarse debajo de las carpas y trabajar con motosierras, troncos quemados e incluso quemándolos más, soldando metal, etc. Pero al contrario que los pintores, no tenían una referencia visual clara.
Entonces, aunque resulta más fácil trabajar en recinto cerrado, ¿“las musas”, la inspiración, son mejor fuera?
Sí, claro (risas).
Cuando os dispones a crear hay varias etapas, ¿con cuál disfrutáis más?
La verdad, en el inicio de una obra no siempre te sientes tan seguro como cuando esta está ya más trabajada, que es cuando realmente estás contento con lo que estás haciendo.
Yo tengo muchas frustraciones a la hora de empezar y el final, que es cuando va tomando forma, ya es cuando voy viendo la luz al final del túnel (sonríe inevitablemente). Creo que a muchos artistas les pasa igual y claro, si hablamos de escultura y pintura rápida, el proceso es igual pero más rápido, no tan lento.
En una obra “no rápida” ¿os ayudáis de las nuevas tecnologías? Es decir, ¿utilizáis
algún programa en el proceso creativo?
Yo personalmente soy un pintor muy tradicional, sigo pintando como se hacía antiguamente, pero sí que me valgo de Photoshop para conseguir modificar las fotos y preparar la imagen a partir de la cual voy a crear. Entonces, aunque seas un artista muy tradicional, igualmente las nuevas tecnologías están influyendo obviamente.
¿Tiene importancia el material seleccionado?
Pues para los escultores sí que es importante elegir el tronco adecuado porque su obra tiene más que ver con un arte objetual.
Unos lo que hicieron fue modelar un poquito más la propia forma natural del tronco para crear su obra.
Otros trabajaron mucho más el tronco, es decir, no tomaron tanto de referencia el material elegido y lo transformaron completamente y consiguieron obras más elaboradas y figurativas, como la de Tino Canicoba (escultor ya consagrado y que obtuvo el tercer premio) o los que crearon piezas más minimalistas como el caso de Rosendo González.
¿Trabajasteis en equipo o en solitario? En este evento en particular lo que si hubo fue mucha ayuda de unos escultores a otros. Si uno había acabado con su obra, se acercaba a otro y lo ayudaba en lo que estaba haciendo. Al final yo creo que el proyecto se transformó también en una obra conjunta, además de la obra individual de cada uno, porque al fin y al cabo todos tenían el mismo pretexto y trabajaron con material muy parecido (la mayoría con troncos quemados).
¿En algún caso un pintor trabajó con un escultor? ¿Sería posible?
Si sería posible, aunque no se dio el caso.
¿Todos los que exponen son del mismo sitio, entorno o rango de edad?
No, hay sobre todo mucha diferencia entre pintores y escultores, ya que estos son de una edad más avanzada (gente más profesional) y pintores, los había ya consagrados en el mundo artístico (cómo el que llevó el primer premio, Alfonso Vicente Rey), pero también había gente joven recién salida de la carrera.
¿Cuánto pudo llevar de media una de las obras expuestas?
Pues estuvimos de 9:30 a 15:30 y creo que es más o menos el margen de tiempo para obras de este tipo, tanto en pintura como en escultura.
¿Cuál fue la obra que más llamó la atención?
Pues había propuestas muy diferentes y variadas, pasando por obras muy minimalistas, como la de Juan Coruxo, a otras más elaboradas, eran obras que no tenían que ver, entonces no te puedo decir cuál era la más llamativa (risas).
¿Qué pretendéis lograr con estos eventos?
Lo principal, lo que creo que es obvio, es sensibilizar con el tema de los incendios, ya que mi familia los sufrió, darle visibilidad y que la gente tome conciencia de lo que realmente está pasando, porque es un tema grave y las consecuencias que tuvo aún siguen presentes en el monte de Coruxo, que se nota muchísimo.
Que a partir de esto los artistas consigan que se vea su obra y todo eso, pues es secundario.
La verdad es que es una forma muy original de concienciar y enfatizar los efectos de los incendios a largo plazo (sonrisas). ¿Esperabais tener tanto éxito?
No, la verdad es que no, yo no lo esperaba.
¿Cómo podemos ver los progresos de este proyecto?
Pues creamos un evento en Facebook, “Arte no monte” (CRAC de Coruxo)
¿Algo más que aportar o de interés?
No (risas). Bueno sí, se vendió una de las obras del evento y estoy exponiendo en -Casa das Campás- en Pontevedra.
Muchas gracias por tu amabilidad. Fue un placer charlar contigo, todo un descubrimiento.
Así que ya sabéis, si queréis conocer a Diego y al artista de su interior, visitarla. Nosotros haremos lo mismo e indagaremos más en su forma de ver el arte.
shairart'ist | Juan Coruxo