Está claro que algo está cambiando en el mundo. El miedo se está apoderando de las personas porque un grupo de energúmenos se está dedicando a sembrar el caos.
Coches bomba, hombres bomba, suicidas psicópatas armados, atropellos y todas las modalidades que se le puedan ocurrir a este grupo para infundir miedo y hacerse con el poder a base de cargarse a la población mundial.
Pero en occidente vivíamos tranquilos, ajenos a lo que se estaba cociendo por el mundo adelante. Los años que nos preceden no han sido suficientes para detener a una organización que apuntaba maneras, es ahora, cuando ya es demasiado tarde que buscan soluciones a un problema que les queda demasiado grande.
Europa, siempre ajena a las atrocidades que ocurren por el globo adelante, solo interviene cuando se la toca de cerca, por eso ahora, medio Europa está en pie de guerra contra el Estado Islámico, el ISIS o el DAESH, llamémosle como le llamemos no dejaran de ser lo que son.
Todo hablaron de Paris, y cuando no fue París, era Manchester donde apenas han muerto 22 personas, y digo apenas porque nadie habla de Kabul, dónde hace una semana han muerto 90 personas y ha habido mas de 200 heridos, nadie habla de Bagdad, dónde el 19 de mayo murieron 35 personas. No, nadie habla de lo que no le interesa, nadie recuerda a las víctimas que mueren simplemente por no poder irse de donde están. Nadie las defiende ni las protege y mucho menos nadie honra su muerte.
No se habla del 15 de abril, el día en el que un coche bomba explotó en una estación de autobuses que evacuaba a civiles y en la que perecieron 130 muertos (67 niños entre ellos) y mas de 200 resultaron heridas. Eso no se escucha, eso no provoca las movilizaciones sociales que generó Manchester o Londres si cabe.
No hay manifestaciones, no hay palabras de condolencias en los muros de Facebook ni en los titulares de mayor difusión. Son los olvidados de los atentados, los que mueren en silencio en casa porque sus vecinos tienen demasiado miedo a preguntar si está todo bien o si necesitan ayuda.
Así es Europa, el clásico vecino que escucha todo detrás del tabique y ahí se queda, esperando al trágico desenlace para llamar a la policía y a la morgue en vez de actuar.
Lo triste es que la pasividad Europea ha hecho creer al antiguo ISIS, ahora llamado DAESH que puede campar a sus anchas provocando miedo y asco (solo hay que ver los escenarios resultantes de cualquiera de sus acciones). No se atajó el problema porque estaba lejos, no les importaba, la cuestión es que ahora el malo se ha metido en casa, y tan adentro que no saben por dónde va a aparecer, y así es como hemos entrado en este bucle de violencia constante que nos deja una y otra vez titulares de atentados, muertos y gente histérica con pavor a los eventos masivos y a los recintos públicos.
Europa lo has hecho bien, has demostrado que dar la espalda a los problemas solo hace que literalmente te exploten en la cara, valga el mal gusto de la expresión, pero las realidades duelen si no que lo pregunten al pueblo sirio entre otros.